Nutrigenómica: alimentos para la prevención de enfermedades

Es mejor prevenir que curar, especialmente cuando se trata de nuestra vida. Por tanto, conociendo el poder medicinal de los diferentes alimentos, la ciencia de la nutrición, cada día mejora sus estudios e investigaciones para poder anticipar cualquier acción ofensiva y nociva para la salud. Esta es la premisa de la nutrigenómica que, a través de la elaboración de una dieta sana y personalizada, como los conceptos de nutrición funcional, señala y ofrece medios para reparar posibles problemas futuros.

Científicamente, el término nutrigenómica, o genómica nutricional, se caracteriza por el estudio del impacto de los nutrientes en la expresión genética, lo que permite comprender mejor el mecanismo de acción de las sustancias biológicamente activas contenidas en los alimentos y sus efectos beneficiosos. A partir de 2001, cuando se iniciaron los estudios de secuenciación del ADN humano, la relación entre la nutrición y el genoma se fue revelando gradualmente, lo que ayudó a comprender mejor cómo responde cada organismo a una dieta determinada.

Imagina el siguiente escenario: llegas al consultorio de tu nutricionista y, con tu mapa genético en la mano, ella concluye que es posible que tengas diabetes dentro de 20 años. Para minimizar esta posibilidad, el especialista armará un menú especial, cortando alimentos específicos y agregando otros. Según la nutricionista funcional y coach de salud, Isabella Vorccaro, de la Clínica Andrea Santa Rosa García, la calidad de la comida puede activar o desactivar algunos genes y poner en riesgo o no el metabolismo, ya que un cambio en el estilo de vida puede revertir algunos. cambios.

“La principal ventaja de los menús personalizados según el mapeo genético es que podemos ver las necesidades específicas de cada ADN y ser mucho más asertivos en la conducta nutricional a la hora de comprobar posibles deficiencias, deficiencias o tendencias de enfermedades”, explica.

¿Qué coopera con la salud nutricional?

Con la finalización del proyecto del genoma en 2003, se concluyó que todo el material genético es 99,9% idéntico y solo 0,1% es diferente. Y este pequeño porcentaje es responsable de la diversidad en el color de nuestros ojos, piel, cabello e incluso de las distintas necesidades de nutrientes y menor o mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. También es en esta diferencia de 0,1% donde hay diferencias metabólicas y respuestas variadas a diferentes dietas y rechazo de alimentos.

“La nutrición no es una ciencia exacta, ante todo debemos tener sentido común y reconocer que no existen alimentos buenos ni malos o milagrosos. Una dieta saludable debe ser variada y equilibrada y consumida con placer y con actitudes adecuadas, como, comer sin culpa. El comportamiento es tan importante como el nutriente ”, concluye Isabella, agregando que el equilibrio y el cuidado con los alimentos para la salud mental -como la carne de pollo- y la salud intestinal son la clave para tener buenos genes y más salud.

* La doctora Isabella Vorccaro publica y difunde más información a través de su instagram: @isabellavorccaro_Healthcoach.

Soy: buena para el corazón?

Otros estudios e investigaciones recientes sobre el tema en todo el mundo, dicen que el consumo de soja, cuyos componentes activos más abundantes son la genisteína y la daidzeína, disminuyó la expresión de genes relacionados con la formación de aterosclerosis, disminuyendo así el riesgo de desarrollo. enfermedad cardiovascular.

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