¿Es bueno o malo beber y comer al mismo tiempo? Aprenda a equilibrar este hábito

Inmediatamente después de pedir comida en un restaurante, la pregunta del camarero siempre es: "¿Qué hay de beber?" Hay quienes no pueden comer sin un vaso de jugo, agua o incluso un refresco para "ayudar" con la digestión. Pero, ¿es bueno para tu salud? Descubra esta relación y lo que podemos hacer para equilibrar la ingesta de líquidos en nuestras comidas del día a día.

Ya sea para el desayuno, con el tradicional café con pan, o en meriendas, almuerzos y cenas, la bebida acaba siendo un acompañante habitual en las comidas. Sin embargo, la nutricionista Sheila Basso explica que esta unión puede no ser tan saludable, ya que una ingesta elevada de líquidos durante las comidas puede perjudicar la digestión e incluso disminuir la absorción de nutrientes del organismo (biodisponibilidad).

"La digestión es un proceso químico y físico, y comienza en la boca, cuando la comida es triturada por los dientes y los carbohidratos son digeridos por la enzima amilasa salival. Cuando bebemos muchos líquidos durante las comidas, estas enzimas pueden terminar si diluyéndose o, en el caso de refrescos, zumos o bebidas ácidas, pueden interferir con el pH de estas moléculas y, en consecuencia, dificultar la digestión ”, explica el profesional.

¿No puedes dejar de beber durante las comidas? Tome decisiones saludables y modere la cantidad

Nada está prohibido, el mayor problema es tomar decisiones saludables para tener una mejor calidad de vida. Por ello, la nutricionista apunta que, si no puedes renunciar a la bebida, la idea es disminuir la cantidad, acondicionando el organismo, hasta ingerir un máximo de 200ml por comida, y siempre después de terminar de comer, unos 15 minutos después:

"Prefiero el agua o el jugo de frutas natural, sin endulzar, porque las frutas ya tienen su azúcar natural y, cuando la comemos, tiende a absorber líquidos y, en consecuencia, hace que el individuo sienta más sed", analiza Sheila Basso.

El profesional también indica evitar el uso de bebidas carbonatadas, como refrescos o agua con gas, por ejemplo, ya que estas interfieren en la digestión y están cargadas de sodio y azúcares, provocando malestar abdominal, gases y flatulencias.

Los alimentos industrializados te dan más sed. Utilice ingredientes naturales para aliviar las ganas de beber

Cuanto más natural sea la comida consumida, mayor será la cantidad de nutrientes en su comida. Y, para quienes sientan mucha sed, pueden comenzar a elegir ingredientes que no estén tan secos, como sopas de verduras, carnes cocidas y cremas de maíz, por ejemplo, preparadas en casa.

Los productos industrializados, en cambio, suelen estar cargados de conservantes, azúcares y sodio, sustancias responsables de hacernos sentir más sed durante el consumo. También cabe mencionar que cuando comemos y bebemos al mismo tiempo, nuestra masticación es más defectuosa y terminamos tragando trozos más grandes, dificultando la digestión y provocando además molestias abdominales.

* Sheila Basso (CRN 21.557) es especialista en nutrición clínica y obesidad, adelgazamiento y salud de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). La profesional pone a disposición su página de Facebook para contacto: Benvenutri

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