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Lechuga rizada ecológica
Una dieta equilibrada y saludable es fundamental para el bienestar en todas las etapas de la vida. Durante la infancia, cuando el organismo está creciendo y desarrollándose, la alimentación juega un papel aún más importante. De hecho, tanto en la infancia como en la edad adulta, los principios de una vida sana son los mismos. Todos necesitamos los mismos tipos de nutrientes, como minerales, carbohidratos, grasas y proteínas; sin embargo, los niños necesitan diferentes cantidades de nutrientes específicos a diferentes edades.
Con las vitaminas, esto no es diferente. Los niños necesitan los mismos tipos de vitaminas que los adultos para estar sanos y desarrollarse adecuadamente. "El niño debe comer variedad de frutas, verduras y cereales. Una dieta monótona puede llevar a la deficiencia de algunas vitaminas", comentó la nutricionista Mabelle Vicente, de la clínica Nutravie.
Con una dieta equilibrada y colorida, un niño generalmente alcanzará las cantidades ideales de cada nutriente. Los suplementos vitamínicos, de hecho, solo deben utilizarse en situaciones específicas cuando no hay posibilidad de llegar a las recomendaciones a través de la alimentación o el niño tiene una enfermedad que predispone a su deficiencia. Lo más importante es preocuparse por la dieta.
Según el experto, dos tipos de vitaminas son "más" importantes que los demás: las vitaminas A y D. Esta primera es fundamental para la visión y para la formación de un sistema inmunológico fuerte y sano. "La leche materna proporciona la cantidad de vitamina A que los niños necesitan durante los primeros seis meses de vida". La vitamina D, a su vez, se ha relacionado estrechamente con la salud cardiovascular. Algunos estudios muestran que los niveles bajos de vitamina D pueden estar asociados con un accidente cerebrovascular e infarto agudo de miocardio en la edad adulta. Por eso son de suma importancia durante esta fase de crecimiento.
¡5 consejos de alimentación para niños!
Frutas y verduras de color naranja: alimentos como la calabaza, la naranja, el mango y la zanahoria son excelentes fuentes de vitamina A y deben incluirse en la dieta.
Huevo: fuente de vitamina A y vitamina D, el huevo sigue siendo rico en proteínas. Además, el huevo es un aliado de la salud vascular y aporta minerales como hierro, zinc y potasio al organismo.
Leche: conocida por ser un aliado contra la osteoporosis, debido a que es una fuente importante de calcio, la leche todavía proporciona buenas cantidades de vitamina D.
Pescado de agua salada: además de aportar omega 3, la "grasa buena" que ayuda a controlar los niveles de colesterol, estos pescados son fuentes de vitamina D.
Sol: tomar el sol también puede ayudar en esta búsqueda de una vida saludable. Favorece la producción de calciferol (vitamina D) por parte del organismo.
