¿Por qué sentimos más hambre con el frío? ¡Sepa cómo controlar su apetito durante el invierno!

Los días fríos y los alimentos sabrosos parecen hechos el uno para el otro. Y, de hecho, existe la impresión de que nuestro hambre aumenta durante los períodos invernales, ¿no es así? Si además sientes tu mayor apetito en esos momentos, cálmate, es super normal. Aunque muchas personas consideran que las estaciones frías son el momento adecuado para los "glotones", el clima más seco interfiere con el deseo del organismo de comer otros alimentos. ¡Vea las principales razones de esto y aprenda a mantener una dieta balanceada y saludable incluso a temperaturas más bajas!

Según la nutricionista Daniella Chein, los efectos de las bajas temperaturas en nuestro cuerpo reflejan directamente el aumento del apetito: “Es perfectamente normal en la estación fría, sentir más hambre, y esto se puede explicar por el hecho de que nuestros cuerpos gastan más energía para mantenernos calentado y, en consecuencia, esta energía debe reponerse. Con eso el organismo hace que nuestro apetito aumente ”, analiza.

Si el aumento del apetito se considera normal, el gran problema de este hambre excesiva es que, en la mayoría de los casos, recurrimos a alimentos muy calóricos que nos proporcionan "falsas" sensaciones de saciedad y bienestar. Para tener una dirección de qué comer y no sobrepasar los límites, el profesional advierte:

“Lo que no puede pasar es el descontrol y comer todo lo que viene por delante. Para evitar comer en exceso, debemos hacer comidas completas que contengan siempre carbohidratos, proteínas y lípidos, sin olvidar lo principal que nos mantendrá saciados por más tiempo: las fibras que se encuentran en frutas, granos, verduras y legumbres. Incluir arroz y pasta integral, frijoles, verduras asadas o sopas y frutas cocidas en las comidas, esto ayuda mucho a controlar el apetito invernal ”, destaca la nutricionista.

¿Cómo mantener una dieta sana y equilibrada a bajas temperaturas?

- Adapta las opciones: Si no puede faltar el chocolate caliente, sustituye la leche entera por leche desnatada, que tiene cantidades similares de proteínas, potasio, fósforo y otros nutrientes, especialmente calcio. Su principal ventaja es tener una menor cantidad de grasa.

- Sopas: La sopa de verduras siempre es una buena opción, se alimenta y calienta. “Cuidado con no poner demasiadas verduras y subir el azúcar en sangre, tres o cuatro opciones son geniales y te alimentarán muy bien”, enfatiza la nutricionista.

- La ensalada también va bien: Intente agregar un plato de ensalada siempre que sea posible, son fuente de fibra y ayudarán con la saciedad

- Cuerpo en movimiento: La práctica de actividad física de alta intensidad y corta duración también ayuda a reducir y controlar el apetito.

- Hidrátate: Incluso en invierno, conviene beber mucha agua, porque, precisamente por el frío, el cuerpo no suele presentar sed como en verano, y esto puede llevar a la deshidratación, especialmente en ancianos y niños.

- Si no te resistes a la pasta: evita las salsas blancas y a base de queso, ya que son muy calóricas y sustitúyelo por pastas integrales que aportan mayor saciedad y aportan más nutrientes para la salud.

- Bebidas calientes: Disfrute del invierno utilizando más bebidas calientes y bajas en calorías. “Recuerde que es un excelente momento para degustar los diferentes tipos de tés y cafés, por ejemplo”, concluye la nutricionista.

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