¿La miel es buena para el intestino? ¡Descubra los beneficios nutricionales de esta delicia!

Entre los alimentos más versátiles disponibles en nuestro día a día, podemos destacar la miel, un completo y sabroso aliado de nuestro bienestar. Y, ¿sabías que algunos problemas intestinales se pueden combatir con el consumo regular de este delicioso ingrediente? ¡Vea cómo podemos usar este alimento de la mejor manera en la vida diaria para la salud!

Producida a partir del néctar de las flores, la miel es un producto natural muy utilizado en diferentes ámbitos de nuestra vida. Según la nutricionista Daniella Chein, entre sus propiedades, podemos destacar las acciones antioxidantes, que actúan a favor del buen funcionamiento del intestino, beneficiándolo en general:

“El hecho de que sea bueno para el intestino se debe a su acción antioxidante y prebiótica, esta última modifica el equilibrio microbiano intestinal, estimulando el crecimiento y actividad de microorganismos beneficiosos. Como es rica en carbohidratos y azúcar, la miel también es una gran fuente de energía ”, destaca el profesional que está atento, sin embargo, respecto a las formas de consumo:“ La miel se puede consumir pura, como edulcorante para bebidas, en ensaladas saladas, en macedonias de frutas, en harina, en leche tibia, en yogures, y como la imaginación lo permita ”, destaca.

Beneficios intestinales relacionados con el consumo de miel

- Fin de las úlceras: la miel puede ayudar a aliviar el dolor provocado por las úlceras, ayuda a la cicatrización, disminuye el riesgo de inflamación y protege el estómago de futuras enfermedades. Las úlceras son pequeñas heridas provocadas por bacterias, que provocan dolor e incomodidad constantes.

- Fin del estreñimiento: si estás en la lista de millones de personas que sufren de estreñimiento, es el momento de añadir miel a tu vida diaria. El alimento es rico en fructosa, facilita el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento y el estreñimiento.

Otros beneficios de la miel para el cuerpo

Fuente de vitaminas A, complejo B, C y E, además de minerales como hierro, potasio, calcio, zinc, cloro y magnesio, la miel también es conocida por tener acción antiinflamatoria, analgésica, inmunológica y antibacteriana, siendo eficaz para previniendo la acción de los radicales libres en nuestro organismo, previniendo el envejecimiento prematuro de las células, fortaleciendo nuestro sistema inmunológico, favoreciendo el equilibrio de nuestra presión arterial, tonificando los huesos, aliviando los dolores de garganta y previniendo la anemia.

“La miel es el único alimento dulce que contiene proteínas y varios minerales y vitaminas esenciales para nuestra salud. Además de su alto valor energético, tiene conocidas propiedades medicinales, siendo un alimento con reconocida acción antibacteriana”, explica el profesional.

Atención al consumo de miel: ¡el equilibrio lo es todo!

La Dra. Daniella señala que la miel no es recomendable para niños de 1 a 3 años, con riesgo de contaminación por microorganismos y destaca la atención con la exageración de la comida:

"Pero tenga cuidado al consumir mucho del producto, la miel engorda porque tiene casi las mismas calorías que el azúcar blanco, por ejemplo. Una cucharada de azúcar tiene alrededor de 60 calorías y la misma medida de miel tiene 55 calorías, y no debería ser consumidos por diabéticos ”, concluye el profesional.

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