Los beneficios para la salud del yogur son múltiples. De hecho, este alimento es, entre los productos industrializados, uno de los mejores acompañantes para quienes buscan una dieta saludable. Y, en lo que respecta a las dietas, su versión funcional potencia aún más sus poderes nutricionales, ajustándose a la perfección a todas las exigencias del día a día, especialmente cuando se trata de la salud de nuestro intestino y la lucha contra el estreñimiento.
En medio de una amplia variedad de yogures disponibles, los yogures funcionales van ganando cada vez más espacio en los menús de las dietas más modernas. Además de los nutrientes característicos de los tipos normales, estos productos están enriquecidos con microorganismos vivos que, consumidos habitualmente, aportan muchos beneficios a la salud intestinal:
“Hoy ya sabemos que el intestino está compuesto por bacterias positivas y negativas. Sin embargo, el desequilibrio alimentario, el estrés, el uso de medicamentos, entre otros agentes externos, favorecen el desequilibrio de esta flora, dejando en desventaja la colonización positiva de nuestro intestino. Así, los yogures con probióticos son buenas opciones para mantener una flora intestinal equilibrada, favoreciendo el correcto funcionamiento intestinal, reduciendo la fermentación (gases) y mejorando la absorción de micronutrientes ”, destaca la nutricionista Mariana Duro.
Tipos de yogures funcionales y sus beneficios
Hay dos tipos de yogures funcionales disponibles, cada uno con un probiótico diferente. Los más conocidos, "veteranos" del mercado del yogur funcional, son los compuestos por lactobacilos vivos. No tienen grasa ni colesterol y todavía tienen un alto contenido de fibra. Los más "modernos", en cambio, cuentan con el bacilo DanRegularis, que ya aparecen en diferentes sabores, con o sin azúcares, y que garantizan el funcionamiento de los intestinos de manera más eficiente.
Para garantizar un día de pleno funcionamiento intestinal, se recomienda consumir yogur por la mañana, cuando aún se acelera el metabolismo. ¡Tomar una bebida láctea acompañada de frutas frescas, frutos secos y miel es una opción de desayuno muy completa para aquellos que quieren empezar el día llenos de energía!
"Para las personas que no tienen intolerancia a la lactosa ni alergia a las proteínas de la leche, lo ideal sería un consumo regular, diario o máximo en días alternos", sugiere el experto.
