¿Has oído hablar de la etiqueta limpia? Esta tendencia, que se puede traducir como "etiqueta limpia", está ganando cada vez más adeptos en todo el mundo. Su idea principal es que el empaque de los productos alimenticios sea más claro en relación a los ingredientes que se encuentran en su composición, además de no tener aditivos artificiales.
Por qué consumir productos de etiqueta limpia
El principal motivo para adoptar productos denominados clean label es precisamente la ausencia de cualquier tipo de producto químico. En general, esto se puede observar en ausencia de colorantes o aromas sintéticos, pero el objetivo va más allá. Al fin y al cabo, si tomas un yogur de fresa con etiqueta limpia puedes estar seguro de que no solo no tiene aditivos, sino también de que la fresa utilizada en su elaboración no ha recibido ningún pesticida. Por eso, sus productos siempre son más saludables.
Cómo saber que el producto tiene etiqueta limpia
Aunque no existe una "etiqueta limpia" escrita en los alimentos, aún es fácil identificar los productos que pertenecen a este grupo. Esto se debe a que en general a la hora de buscar los ingredientes que la componen nos encontramos ante una lista enorme, que incluso contiene sustancias de las que muchas veces nunca escuchamos. Ante un producto que tiene cara de etiqueta limpia es posible encontrar sus ingredientes, que además de pocos son naturales.
Esto es especialmente beneficioso para las personas que tienen alergias o intolerancias, ya que es muy común que ciertos componentes estén presentes en diferentes ingredientes. Por ejemplo, cualquiera que sea celíaco y, por tanto, no pueda consumir gluten, sabe que la glucosa está prohibida. Pero tampoco se puede tomar dextrina de malta, ya que también provoca una reacción. El problema es que, además de que no todo el mundo lo sabe, la información suele estar presente solo en letra pequeña, y por eso es tan importante tener una etiqueta clara.
Cómo utilizar la etiqueta limpia en su dieta diaria
Gracias al estímulo de una vida más sana, no es muy difícil encontrar productos que se ajusten a la idea del movimiento de etiqueta limpia. Los productos orgánicos, por ejemplo, entran en esta categoría, ya que son alimentos 100% naturales, ya sean de origen vegetal o animal. Esto significa, por ejemplo, que el ganado no consumía alimentos que contengan pesticidas y que incluso sus medicinas eran hierbas medicinales. En relación a las plantas, valora su crecimiento natural, lo que las hace mucho más saludables.
Teniendo esto en cuenta, no es difícil ver que es bastante sencillo agregar la etiqueta limpia a su dieta diaria. Para el desayuno y la merienda, por ejemplo, no solo pueden estar presentes frutas, sino también panes y yogures que utilizan ingredientes naturales. Un consejo es buscar productos integrales, multicereales o incluso que tengan frutas en su composición. Cabe recordar que esto también se aplica al almuerzo y la cena, ya que varios ingredientes entran en estas categorías, como es el caso de la pasta integral. Finalmente, para las ensaladas busque siempre productos orgánicos. Todas estas nomenclaturas ayudan a identificar los productos de etiqueta limpia, que además de ser más sostenibles son muy beneficiosos para el organismo.
