Descubre los beneficios de la avellana y 4 formas de añadirla a tu dieta

Por su delicioso sabor, que recuerda mucho a los frutos secos, y por la versatilidad en recetas dulces y saladas, la avellana es una buena opción para añadir a la carta. ¿Pero sabías que, además, también tiene la ventaja de brindar diversos beneficios para la salud? Su alto contenido en grasas insaturadas, por ejemplo, ayuda a aumentar la energía y disminuir el nivel de colesterol malo, mientras que la presencia de vitaminas del grupo B es buena para el sistema nervioso. Y no te detengas ahí: esta fruta de avellana, que tiene el nombre científico Corylus Avella , también ayuda a regular el sistema digestivo, prevenir el cáncer por la presencia de antioxidantes y mucho más.

Ya viste que no puedes dejar la avellana fuera de la dieta, ¿verdad? Entiéndalo mejor y encuentre la mejor manera de agregarlo a su dieta:

Las grasas insaturadas de avellana aumentan la energía y regulan el colesterol

Cuando se dice que un alimento es rico en grasas, la mayoría de la gente piensa inmediatamente en algo altamente calórico y dañino para el cuerpo; sin embargo, hay excepciones. Cuando la grasa que aparece en la composición es insaturada, la denominada "grasa buena", el organismo se beneficia de un aumento de energía y de un mejor funcionamiento del sistema cardiovascular.

Este es precisamente el caso de la avellana. La mayoría de sus grasas son ácido oleico monoinsaturado, que ayuda a aumentar la disposición del cuerpo mientras reduce el colesterol malo (LDL) y aumenta el colesterol bueno (HDL).

El sistema nervioso se beneficia de la presencia de vitaminas B

¿Sabías que la avellana también es buena para el sistema nervioso? Esto se debe a que es rico en vitaminas B, especialmente B6, que actúa directamente sobre los nervios y aún hace que el cerebro funcione de manera más eficaz.

Y no se detiene ahí: la presencia de este componente también puede ayudar a quienes padecen problemas emocionales -depresión y ansiedad, por ejemplo- al actuar sobre la producción de serotonina, que se considera la "hormona del estado de ánimo".

La avellana también regula el sistema digestivo y ayuda a controlar el peso.

Por ser rica en fibra, la avellana también tiene la ventaja de mejorar el metabolismo regulando el funcionamiento del sistema digestivo. Además, también ayuda a quienes quieren adelgazar o quieren seguir una dieta más saludable al aumentar la sensación de saciedad, propiedad que evita pellizcos entre comidas y porciones exageradas.

Los antioxidantes alimentarios previenen el cáncer y el envejecimiento prematuro

Además de los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo, la avellana también tiene antioxidantes. Así, entre sus beneficios, está la lucha contra los radicales libres que pueden facilitar la aparición de la enfermedad y, también, el envejecimiento prematuro de las células.

Los huesos, músculos y articulaciones también se benefician de la comida.

Como el magnesio es uno de los componentes principales de la avellana, la alimentación también puede ser un aliado de quienes quieren ganar masa magra. Esto se debe a que este mineral ayuda a regular la cantidad de calcio en nuestro organismo, contribuyendo así a una mejor recuperación en el post-entrenamiento y, en consecuencia, a una mayor definición de la musculatura.

Las articulaciones y los huesos también se ven beneficiados por la presencia de esta sustancia, fortaleciéndose y con menor probabilidad de enfermedades como artritis, artrosis y osteoporosis, por ejemplo.

¿Cómo agregar la avellana en la dieta?

Ahora que comprende los beneficios de la avellana, es posible que desee agregar la comida a su dieta de ayer. Pero, si aún no sabes cómo hacerlo, no tienes que preocuparte: hemos separado algunas opciones sencillas y saludables para que cualquiera pueda añadir el ingrediente a la carta.

1. In natura

Una de las formas más prácticas de consumir avellana es simplemente comerla "in natura". Para ello, basta con retirar su caparazón, separar la cantidad que creas que es ideal para tu hambre (sin exagerar, claro) ¡y listo! La opción va bien tanto como complemento del desayuno como como merienda.

2. Brindis

Si no quieres comer la avellana de forma totalmente natural, también puedes aumentar el sabor tostando la fruta. El método de preparación es muy sencillo: basta con dejar una porción en la bandeja de horno durante unos minutos, colocarla en un colador para quitar el exceso de piel y, finalmente, retirar lo que sobra con tus propias manos.

3. Como ingrediente extra en la ensalada

Como la avellana también se puede usar en platos salados, ¿qué tal si la agregas a la ensalada para darle un toque crujiente a la receta? Simplemente prepare las verduras normalmente y espolvoree un poco de fruta al final para asegurar un sabor extra. Si lo deseas, ¡también vale la pena agregar una deliciosa salsa para que todo sea aún mejor!

4. En leche

También puedes consumir avellana en la bebida apostando por una leche que la tenga como uno de los ingredientes principales. De hecho, esta es una gran opción para vegetarianos, ya que no es de origen animal. Es posible prepararlo en casa, pero ya existen versiones listas en el mercado para facilitar tu rutina de cocina.

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