Versátil y delicioso, el camarón es uno de los mariscos que mejor combina con otros ingredientes, siendo apreciado en las más diversas recetas y dietas, como la mediterránea. Además de la riqueza en sabor, el crustáceo tiene nutrientes que también aportan varios beneficios para la salud, especialmente en relación con los problemas emocionales, que, si no se abordan, pueden conducir a la depresión.
De manera equilibrada, tu porción recomendada de consumo es de 6 unidades al día, agregar el camarón a la dieta ayuda mucho a nuestro bienestar mental. Esto se debe a sus vitaminas, principalmente del complejo B6, también conocido como piridoxina, que participa en la síntesis de serotonina y dopamina, hormonas que ayudan a controlar la ansiedad, la irritabilidad y los trastornos del sueño.
"Una dieta rica en vitamina B6 puede ayudar a aliviar los casos leves de depresión", destaca la nutricionista Giovana Morbi. Además de este alivio, las dietas ricas en esta vitamina previenen otros trastornos como convulsiones, dolores de cabeza crónicos, pérdida de memoria y falta de concentración. Y tiene una ventaja más: mantener los niveles de este nutriente al día asusta al síndrome premenstrual y regula nuestro estado de ánimo, promoviendo el bienestar.
El marisco que tiene proteínas de alto valor biológico tiene 82kcal por 100g. La adición esporádica de alimentos a la dieta, teniendo la adecuada orientación profesional, favorece la salud de muchas otras formas y para ello destacamos siete razones más para hacer un buen uso de la comida:
Otros beneficios para la salud del camarón
Combate la artritis y la osteoartritis: Los camarones tienen en su composición glicosamina, sustancia que ralentiza el proceso de desgaste natural de las articulaciones porque interviene en el proceso de crecimiento del cartílago.
Previene las enfermedades cardiovasculares: Entre sus nutrientes se encuentra el omega-3, un ácido graso capaz de evitar que la grasa se deposite en los vasos sanguíneos, previniendo la hipertensión y los infartos.
Ayuda en la recuperación de lesiones y fortalece el sistema de defensa del cuerpo: El camarón tiene mucho calcio, potasio y zinc, minerales que fortalecen el cuerpo en su conjunto.
Previene la disfunción tiroidea: El crustáceo es rico en yodo, un mineral que equilibra las funciones de la glándula.
Mejora la función intestinal: La piel del animal está formada por fibras que, como las verduras, regulan el tránsito de los alimentos en los intestinos, mejorando la absorción de nutrientes.
Acción antioxidante que previene el cáncer: Es fuente de selenio, un mineral que tiene el efecto de neutralizar los efectos de los radicales libres, las principales causas del cáncer. Además tiene vitamina B12, que actúa protegiendo el ADN y también disminuyendo el riesgo de desarrollar cáncer.
Conservación, preparación y cuidado para el consumo de camarón
Conservación: La higiene al limpiar y almacenar camarones es extremadamente importante. Para evitar cualquier riesgo de contaminación, los alimentos deben mantenerse correctamente congelados.
Preparación: Para aprovechar al máximo el marisco, debemos prestar atención a la hora de elegir el método de preparación. Lo ideal es no añadir más grasas al plato, para no incrementar más el aporte calórico, y se debe evitar freír, ya que reduce los niveles de omega 3.
Consumo: El crustáceo contiene un compuesto llamado purina que se transforma en ácido úrico en nuestro organismo, por lo que es un alimento no recomendado para quienes padecen enfermedades como la gota y los cálculos renales.
