Combinando nutrición y cronobiología, ciencia que estudia los fenómenos biológicos que ocurren con cierta frecuencia, la llamada crononutrición es el área encargada de estudiar cómo el reloj biológico de cada individuo influye en los alimentos. En él, la idea principal es que el cuerpo de cada persona tiene un reloj y una función específica, que se refleja directamente en el metabolismo y también dicta el mejor momento para cada comida.
Con eso en mente, para darte a conocer este campo de estudio, hemos elaborado un artículo especial para explicar qué es la crononutrición y cómo puede influir en la forma de comer de cada uno.
El reloj biológico de cada individuo es el foco de estudio de la crononutrición.
No es casualidad que una persona no pueda simplemente disfrutar de la dieta de otra cuando quiere perder peso o simplemente seguir hábitos alimenticios más saludables. Eso es porque cada uno tiene sus propias peculiaridades y cada metabolismo funciona de una manera, lo que hace necesaria una dieta personalizada para que los resultados aparezcan realmente.
La idea central de la crononutrición es básicamente esta. Sin embargo, sus estudios se centran en cómo el reloj biológico de cada persona puede influir en su dieta y también en cuál sería el alimento ideal para cada hora del día, así como el mejor momento para cada comida. Para entender mejor: seguro que te has preguntado si hay un momento adecuado para el desayuno, el almuerzo y la cena, por ejemplo. Y, de hecho, existen incluso algunas recomendaciones generales que sirven a la rutina de la mayoría de las personas. Sin embargo, según esta línea de estudios, el mejor momento solo puede definirse según el ritmo biológico de cada uno.
Además de las pruebas que muestran cómo se comporta el cuerpo, la cronutrición puede ayudar a combatir la obesidad.
Como el cuerpo funciona de manera diferente a cada hora del día, la crononutrición también puede aprovechar esta propiedad para resolver algunos problemas, como la obesidad, por ejemplo. Esto ocurre por el siguiente motivo: los estudios en la zona son capaces de mostrar, por ejemplo, a qué sabor somos más sensibles por la mañana, tarde y noche. Así, con un metabolismo manipulable, es posible que un nutricionista utilice el reloj biológico como aliado para configurar una dieta centrada en este conocimiento y las particularidades de cada paciente.
Para tener un resultado más preciso, se realizan algunas pruebas, como el perfil nutrigenético y el panel metabólico. En el primero se analiza la predisposición a la obesidad a través de los genes, mientras que en el segundo se muestra cómo la genética puede influir incluso en la forma en que el organismo reacciona y se comporta con las actividades físicas destinadas a la pérdida de peso.
Y lo mismo ocurre con problemas como el insomnio: para que el cuerpo pueda relajarse en el momento adecuado, la cronutrición puede ayudar a determinar qué comer y cuándo dormir cuando sea necesario. Todo ello porque estos estudios son capaces de incidir directamente en el llamado ritmo circadiano - que consiste en el período de un día, en el que se completan las actividades del ciclo biológico de cada uno. De esta forma, es posible crear horarios que ayuden a organizar la comida y, en consecuencia, incluso influir en las hormonas del sueño.
