Al contrario de lo que pueda indicar el nombre, el garbanzo es una leguminosa, el mismo grupo en el que se encuentran los frijoles. Y aunque es costumbre estar presente en dietas para quienes buscan una dieta más saludable, ¡se consume desde la Edad del Bronce! Es decir, ha estado en el menú de los seres humanos durante aproximadamente 5.000 años. Originaria de Oriente Medio, todavía aparece con frecuencia en la cocina árabe, pero también está muy presente en los países mediterráneos, donde su consumo se ha disfrutado durante muchos siglos. Pero después de todo, ¿por qué deberíamos incluirlo en nuestra dieta?
La legumbre es muy nutritiva
Cuando hablamos de formas de tratar la anemia, inmediatamente pensamos en los frijoles, ya que esta legumbre es muy rica en hierro. Pero los garbanzos no se quedan atrás, siendo fuente de varios nutrientes. En primer lugar, tiene mucha fibra, lo que ayuda a regular el intestino y a prevenir problemas como el estreñimiento. También cuenta con vitaminas C, E y K, además de las del complejo B, que en general dan más energía al cuerpo, previenen problemas cardíacos, dejan la piel y el cabello más saludables y protegen el sistema nervioso central, reduciendo los efectos de estrés y depresión. Además, es rico en varios minerales, como calcio, magnesio, fósforo y potasio.
Los garbanzos previenen la menopausia precoz
Además de ser ricos en proteínas, los garbanzos también tienen una buena combinación de aminoácidos. Entre ellos, uno que podemos destacar es el triptófano, ya que ayuda a producir serotonina. Esta, a su vez, es esa sustancia que nos hace sentir más felices y positivos, y por tanto es muy bienvenida en cualquier momento de la vida. Pero puede ser especialmente beneficioso para controlar la menopausia temprana, que es cuando los ovarios se descomponen años antes de lo previsto.
La comida ayuda a desintoxicar el organismo
Aunque los garbanzos no son un alimento que aparezca en las dietas detox en general, sí ayudan a desintoxicar el organismo. Eso es porque tiene molibdeno, una sustancia que ayuda a formar una enzima que ayuda en este proceso corporal. Otras ventajas del molibdeno son la prevención de la anemia, ya que ayuda en la absorción del hierro y el alivio de los síntomas del asma. Si bien la deficiencia de este nutriente es muy rara, no cuesta nada consumir alimentos que lo tengan en abundancia, como es el caso de los garbanzos.
Los garbanzos también regulan el índice glucémico del cuerpo.
Las legumbres en general son muy adecuadas tanto para el control de la diabetes como para prevenir esta enfermedad. En el primer caso, "The American Journal of Clinical Nutrition" publicó un estudio con esta relación. "Los beneficios de comer legumbres incluyen una mejor eliminación de la glucosa a través de una mayor sensibilidad a la insulina", dice la publicación, que incluso cita los garbanzos. Pero en general este alimento ayuda a controlar el índice glucémico en el cuerpo, evitando que suba o baje demasiado.
Cómo utilizar los garbanzos en la dieta diaria.
Lo mejor de los garbanzos es que es un ingrediente casi silvestre y puede aparecer en la preparación de varias recetas. En Oriente Medio se utiliza mucho en patés, en su formato triturado y condimentado. También puede servir como relleno para algunos platos y aperitivos o incluso comerse crudo en ensaladas. De hecho, algunas harinas están hechas de garbanzos, lo que significa que hay varias formas de disfrutar de sus beneficios, solo sé creativo al usar este ingrediente.
