Anemia de células falciformes: cómo los alimentos ayudan a tratar esta enfermedad hereditaria

La anemia de células falciformes es una enfermedad hereditaria que, debido a una mutación genética, altera la forma de los glóbulos rojos, haciéndolos parecer una hoz (de ahí el nombre de "células falciformes"). Esta enfermedad, que no tiene cura, es diferente de la anemia adquirida, que es causada por la falta de nutrientes como el hierro o la vitamina B12. Los síntomas suelen ser dolor en las articulaciones y huesos, ictericia, palidez y propensión a las infecciones.

El 27 de octubre se celebra el Día Nacional de la Lucha por los Derechos de las Personas con Anemia Falciforme, y para conmemorar esta importante fecha, te orientaremos sobre cómo una correcta alimentación puede ayudar en el tratamiento.

Presta especial atención a las hojas oscuras.

Una de las sustancias muy necesarias para quienes padecen anemia de células falciformes es el ácido fólico, ya que el organismo es deficiente en este nutriente. Sin embargo, se encuentra fácilmente en hojas oscuras, como col rizada, rúcula, brócoli, espinaca y hojas de remolacha y zanahoria.

Las proteínas vegetales, como las legumbres, previenen la sobrecarga de hierro

A diferencia de la anemia adquirida, el paciente con anemia drepanocítica tiene sobrecarga de hierro. Para equilibrar el alto contenido de este mineral en el organismo es necesario consumir proteínas vegetales. En ese caso, algunas legumbres pueden ayudar. Buenas opciones para incluir en la dieta son los frijoles, guisantes y garbanzos, que tienen hierro no absorbible y una gran cantidad de proteínas.

Omega 3 ayuda a la salud vascular

Dado que la anemia de células falciformes es una enfermedad de la sangre, el omega 3 puede ayudar mucho, ya que previene la obstrucción de los vasos. Por lo tanto, invierta en pescados ricos en este ácido graso, como atún, salmón y caballa, y oleaginosas, como almendras, nueces, avellanas y castañas.

No pueden faltar líquidos

La anemia de células falciformes siempre necesita reponer la cantidad de líquidos en su cuerpo, requiriendo al menos 2 litros por día. Por tanto, una dieta rica en agua y zumos de frutas es fundamental para tratar la enfermedad.

El complejo de vitaminas A, C, D y B son esenciales para el organismo

La persona que padece la enfermedad también debe invertir en algunas vitaminas. Para reponer la vitamina A, necesaria para proteger la piel más propensa a las úlceras, se recomiendan las zanahorias y las batatas. A pesar de aumentar la absorción de hierro, la vitamina C también es importante para el paciente porque es buena para la sangre y aumenta el recuento de glóbulos rojos, por lo que los cítricos son bienvenidos. Todavía es necesario consumir vitamina D, que se encuentra en los huevos, y vitamina B6, presente en los plátanos.

Los minerales son importantes para los huesos y las articulaciones.

Quien tiene esta enfermedad también necesita más atención con los huesos y las articulaciones. Por tanto, la ingesta de calcio y zinc es fundamental. Para ello, se recomienda consumir leche, yogur y quesos blancos y sustituir zinc, ternera, calabaza, avena y soja.

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