Muy utilizada en la preparación de dulces, como la trufa de chocolate, la avellana tiene varios otros usos para nuestra alimentación. Esta fruta, fuente de varios nutrientes a utilizar, también produce una deliciosa leche, de fuerte sabor y aroma, de textura fina y saludable. Además de ser genial con el café, este manjar también aporta beneficios al organismo, siendo todavía una gran opción para ser consumida por veganos o para quienes tienen intolerancia a la lactosa.
La propia avellana es muy rica en proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Sin embargo, algunos de ellos pueden perderse en el proceso de producción de leche. “Hay una pérdida de algunos nutrientes, principalmente fibras, ya que, al colar la bebida vegetal, hay un residuo en el colador”, explica la nutricionista funcional Dafne Oliveira. Aún así, estas leches vegetales contienen muchos de los componentes que estaban presentes en sus frutos.
Las avellanas son ricas en "grasas buenas", es decir, insaturadas. La leche también es una gran fuente de este nutriente, por lo que el consumo regular es excelente para el corazón, ya que estas grasas ayudan a reducir el nivel de colesterol malo (LDL) y aumentan el bueno (HDL).
¡Fortalece los músculos y combate las enfermedades!
La avellana sigue siendo un importante proveedor de magnesio, un nutriente que también ayuda a mantener saludable el sistema cardíaco. Además, esta sal mineral es importante para la contracción muscular, ya que regula la cantidad de calcio en el cuerpo, sustancia que, a su vez, ayuda a evitar tensiones, dolores, calambres e incluso fatiga corporal.
La leche de avellana también aporta una gran cantidad de vitamina E. Esta sustancia tiene poder antioxidante y actúa para proteger la membrana celular. Así, su ingesta ayuda a retrasar el envejecimiento prematuro - ya que combate los radicales libres -, además de participar en la formación de nuevos glóbulos rojos.
Entre otros beneficios de este complejo vitamínico, también existe un riesgo reducido de algunos tipos de cáncer, como el cáncer de vejiga. Otros nutrientes presentes en el avellano, como el manganeso, también ayudan en este tipo de prevención.
