¿Intolerancia a la lactosa o alergia? Descubra cuál es la diferencia entre ellos

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La leche es una de nuestras mayores fuentes de calcio. Eso ya lo sabemos, ¿no? Sin embargo, muchas personas pueden sufrir alguna alergia o intolerancia a la lactosa - azúcar natural que se encuentra en la composición del líquido - y necesitan evitar beber tanto como sea posible, además de sus derivados (yogures, quesos, etc.). Por tanto, es necesario saber identificar el trastorno y crear alternativas para sustituir la leche de forma sana y nutritiva.

La gran diferencia entre la alergia alimentaria y la intolerancia a la lactosa es que la alergia es una reacción protectora instantánea de nuestro cuerpo a los alimentos, mientras que la intolerancia es un rechazo más complejo, debido a la ausencia de una enzima, que en el caso de la leche es lactasa, incapacitando al cuerpo para absorber mejor los nutrientes de los alimentos.

Por ejemplo: la lactasa es la enzima responsable de la absorción de lactosa. En ausencia de lactasa, la persona sufre los síntomas de intolerancia a la lactosa. Según la nutricionista Cristiane Coronel, aunque estos trastornos se confunden fácilmente, los síntomas que se presentan son bastante diferentes:

"La alergia suele presentarse en la primera infancia, donde los síntomas varían en heridas en la piel (urticaria), lengua, reflujo gastroesofágico, enfermedades respiratorias como bronquitis y asma. La intolerancia a la lactosa puede variar en intensidad entre la producción de gases aumentados en la ingestión de lácteos, diarreas, cólicos intestinales y en raras ocasiones estreñimiento crónico ”, explica el profesional.

¿Cómo tratar la intolerancia a la lactosa y la alergia a las proteínas de la leche? Conoce los cuidados necesarios

En el caso de alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), Cristiane Coronel recomienda excluir todo tipo de alimentos que contengan esta proteína, incluidos los derivados de la leche. Sin embargo, esta restricción debe realizarse mediante un seguimiento con el nutricionista, ya que la leche es fuente de nutrientes esenciales para el bienestar y la salud de todo el organismo.

En cuanto a la intolerancia a la lactosa, la recomendación puede variar según el grado de esta intolerancia, que también debe ser definida y monitorizada por un profesional. La nutricionista señala que los lácteos suelen estar excluidos y, posteriormente, estos alimentos se "reemplazan" gradualmente, comenzando por productos sin lactosa.

Reponer nutrientes: descubre los alimentos ideales para reemplazar la leche

Cristiane Coronel destaca la importancia de ingerir los nutrientes que se pierden cuando la leche y los productos lácteos se excluyen de una alimentación saludable: “Ofrecen importantes fuentes de energía, proteínas, vitaminas y minerales, por eso es tan importante buscar un nutricionista para hacer estas sustituciones de manera eficiente, para no correr el riesgo de déficit de micro y macronutrientes en los alimentos ”, añade. Aquí hay algunos alimentos que pueden ayudar con este reemplazo:

Proteínas vegetales: Frijoles, garbanzos, tofu, lentejas, quinua, pistachos y avena, estos son algunos de los alimentos que son fuente de proteínas y que deben estar presentes en una dieta con restricción de leche y derivados. Las proteínas son esenciales para todo el mantenimiento y desarrollo del cuerpo, incluso para facilitar la digestión de los alimentos.

Proteínas animales: La carne de res o cerdo, pollo, pescado también son buenas fuentes de proteínas, facilitando así la absorción de otros nutrientes en la dieta, controlando los cambios hormonales y generando energía para el organismo.

Sésamo: Ya sea negra o marrón, esta pequeña semilla es una poderosa fuente de calcio, un nutriente que se pierde en grandes cantidades cuando es necesario renunciar a la leche y los productos lácteos. El sésamo también es rico en zinc, hierro y fibra dietética, lo que ayuda a que el cuerpo sea más saludable y equilibrado.

Espinaca: Perteneciente al grupo de las verduras de color verde oscuro, la espinaca es un gran aliado de la salud. Rico en vitamina A, este alimento ayuda a mejorar la salud ocular y a prevenir la acción de los radicales libres, frenando el envejecimiento prematuro de las células. Además, la verdura es una excelente fuente de calcio.

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