Rojo, amarillo, naranja, verde ... Hay muchas opciones de colores de frutas, tanto es así que se suelen utilizar para completar la decoración de tartas y dulces diversos. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar que, como las verduras, estos tonos tienen una función específica en nuestro cuerpo? Es porque cada tono es el resultado de una sustancia que está presente en la composición - y que, además de la pigmentación, también actúa de diferentes formas en el organismo. Pensando en ello, para que entiendas las ventajas que cada uno puede aportar para tu salud, hemos separado una lista con algunas frutas y lo que dice cada color sobre ellas.
Uvas y moras: la antocianina presente en las frutas de color púrpura combate el cáncer y es buena para el corazón
Las uvas y las moras, así como otras frutas de color púrpura, tienen una sustancia llamada antocianina en su composición. Además de ser responsable del pigmento violáceo de estos alimentos, ayuda a combatir el cáncer, retarda el envejecimiento prematuro y reduce la incidencia de problemas cardíacos debido a su acción antioxidante.
Tomate, sandía y fresa: el licopeno de frutos rojos mejora la resistencia a la insulina
La sustancia responsable del color rojizo de frutas como tomates, sandías y fresas es el carotenoide licopeno. Al igual que la antocianina, también combate los radicales libres cancerígenos y los problemas del sistema cardiovascular, pero no se detiene ahí: el pigmento también aparece como un aliado de los diabéticos porque tiene la capacidad de mejorar la resistencia a la insulina. Completando la composición de estas frutas y otras de tono rojo tenemos vitaminas -como las del complejo B, que son buenas para el sistema nervioso- y sales minerales.
Naranja, melocotón y mango: la vitamina C y el betacaroteno son las principales sustancias de las frutas amarillas o naranjas.
El antioxidante betacaroteno es el pigmento que da tinte amarillo o naranja a frutas como naranja, durazno y mango. Entre sus beneficios para la salud se encuentra la mejora del sistema inmunológico y una mejor absorción de la vitamina A, que es buena para la vista y ayuda a fortalecer los huesos.
Otro componente importante de estas y otras frutas de color amarillo o naranja es la vitamina C, que se encarga de regular el metabolismo y mejorar el cabello, las uñas y la piel al contribuir al aumento de la formación de colágeno.
Plátano y pera: los flavonoides de la fruta blanca controlan el colesterol y aumentan la energía
La alta concentración de flavonoides y vitamina B es lo que más destaca entre las frutas blancas, como es el caso de los plátanos y las peras. Son buenos para la salud del corazón al ayudar a controlar los niveles de colesterol en la sangre y al hacer que el cuerpo esté más dispuesto, ya que el aumento de energía es uno de sus principales beneficios. Y hay más: las frutas blancas también son recomendables para fortalecer huesos y dientes porque tienen una alta concentración de calcio y potasio.
Kiwi y aguacate: las frutas de color verde dependen de la acción desintoxicante de la clorofila
El color verde de frutas como el kiwi y el aguacate es el resultado de la presencia de clorofila. Esta sustancia, que es un pigmento sintético presente en los cloroplastos vegetales, tiene beneficios para el cabello / piel y tiene una especie de función detox, ya que ayuda a eliminar las impurezas del organismo. Pero cabe mencionar que este no es el único detalle que destaca en las frutas de color verde: también son ricas en fibras y fuentes de minerales, como fósforo y hierro.
